¿Cómo es posible que una chica de dieciséis años se pierda sin dejar rastro alguno?
¿Cómo es posible imaginar siquiera que una chiquilina de tan sólo dieciséis años se esfume así como así, un día cualquiera?
Un Miércoles Santo. Un abril lacrimoso. Un abril de lluvia inesperada, loco, de frío precoz. Helado y apático abril del ochenta.
Desaparece una adolescente. Sus padres desesperan, pronto se ven inmersos en una atmósfera desquiciante, dominada por el miedo y el prejuicio, el silencio y la complicidad. Un escenario donde la verdad se vuelve espejismo, donde la re- construcción de los hechos se percibe como un imposible. Con los años, la búsqueda sigue un rastro elusivo, y a partir de intuiciones más que de certezas se va armando el mapa de una historia deliberadamente borrada. El relato de los hechos se articula a partir de diferentes voces que a modo de mosaicos se ensamblan para reconstruir el secuestro y el derrotero familiar, la reacción social y la investigación policial. La figura del raptor. El clima violento de una época nefasta de la historia argentina. En esta, su primera novela, la autora propone una lectura que atrapa y remueve emociones, que interpela a su lector y le promete no dejarlo salir indemne.
Cecilia Pagani (La Rioja, Argentina) es licenciada en Letras y trabaja como profesora en el Instituto Superior de Formación Docente Sánchez Barros. Ha escrito cuentos, microcuentos y novelas. Sus relatos fueron publicados en revistas literarias como Crepúsculo y Rumbos (Argentina) y Por Escrito (México), y también en el blog de Literatura e Historia Cita en la glorieta (España), e integraron diferentes antologías, como Rufianes, curanderas y otras yerbas (EDUNT, 2014), Palabras sin fronteras (Aries, 2015) y Cuentos y poemas (Rumbos Libros, 2016). Ha recibido premios y menciones tanto en Argentina como en México. Es autora del libro de cuentos El cruce del umbral (Rumbos Libros, 2017) y de las novelas Cautivos (finalista del Premio Literario Provincia de Córdoba 2016) e Interiores (2017, inédita).