Esta es la historia de un mientras tanto excepcional: una mujer, en su tercer embarazo, esta vez gemelar, le envía un mensaje urgente a su marido. Todo se complica, y mucho. El tiempo se acelera y lo que sigue es una espera compleja, sin garantías, un borde delicado donde se resistirá, día a día, para no caer. En ese mientras tanto, Lucas Werthein, el padre de esos bebés que, contra viento y marea, tienen que nacer, el marido de G., escribe con sus “emociones frescas y revueltas”. Deja en el ritual cotidiano del rezo, de la oración, un pedido de amparo y de razón: pedir, pensar, mantenerse de pie al lado de la cama donde su mujer, inmóvil, espera tanto como él ver nacer a esas criaturas. Lo que escribe es la historia de ese presente, pero también los cruces que lo llevaron hasta ahí: una historia de amor, la paternidad, la presencia de lo sagrado, la fe, la trama delicada y siempre en tensión de las relaciones familiares. Sabe, y lo dice, que no es su cuerpo el que está en la línea de fuego, pero la observación del cuerpo de la madre, su mujer, lo lleva a un aprendizaje. No sabe lo que es tener útero ni sentir una contracción. No lo sabrá nunca. La experiencia de la escritura lo ha transformado y ahora puede asomarse al mundo de la paternidad con otro lenguaje, capaz de cifrar lo extraño y lo íntimo, la contención y el desborde.

Silvia Itkin

Conseguilo en las sucursales de El Ateneo y Cúspide.